martes, 10 de marzo de 2009

Las firmas de Europa Laica III


Continuamos comentando las peticiones de "Europa Laica". En la siguiente, pedían la derogación de los acuerdos con la Santa Sede.

Una de las diferencias, en la actualidad, de la Iglesia católica con las demás confesiones religiosas es que cuenta con un pequeño Estado. Éste, con las prerrogativas propias, proporciona, entre otras cosas, una protección de derecho internacional a la libertad e independencia del Papa.

La existencia de este Estado es lo que posibilita que, frente a las otras religiones, aunque la católica no tenga más derechos que las otras en España, sin embargo sí tengan éstos una mayor protección, pues están amparados por un tratado internacional.

Todo esto es legal, constitucional, moral, etc. Pero creo que ésta no es la cuestión, sino si aquí y ahora es esto lo mejor. Cualquier jurista, desde el punto de vista legal, diría que sí, pues es la situación en que los propios intereses están más protegidos. Ahora bien, siendo importante el derecho, no creo que sea lo más decisivo.

Si no hubiera un Acuerdo internacional, ¿qué pasaría? Sencillamente que los intereses de la Iglesia Católica tendrían en España el mismo nivel de protección legal que las demás confesiones religiosas. Además la responsabilidad de su defensa, frente a posibles abusos del poder estatal, caería directamente sobre los ciudadanos católicos.

Esto en España sí podría ser un problema, porque estamos tan acostumbrados a vivir protegidos que nos costaría el tener que tomar la iniciativa. Aunque probablemente la única manera de hacerse responsable es ir asumiendo responsabilidades. Probablemente fuera de un caparazón, en medio de las inclemencias, la vida sea un poco más dura.

Pero posiblemente también sea más plena. La vida y suerte de la Iglesia se sentiría como más propia y sería ocasión para apoyarnos más en la Providencia divina, siempre más segura que el derecho internacional. Creo que esto, en otros casos -aborto, EpC, etc.-, ha sido positivo, pues ha fortalecido y despertado a muchos.

Además esto despejaría muchas de las coartadas para acusar a la Iglesia de privilegio. ¿Por qué tienen que tomar otros la iniciativa y no nosotros mismos? Seguramente esté equivocado, pero creo que Jonás, cuando llegó a predicar a Nínive, llevaba sólo lo puesto.

Continuaremos otro día.

4 comentarios:

Giocondo dijo...

tienes razón que lo que hay es mucho miedo , por lo menos por mi parte a abandonarse a la providencia , parece que necesio seguridades y además confianza

Anónimo dijo...

"Probablemente fuera de un caparazón,..."
Estas palabras me recuerdan aquellas otras que me decían que es mejor ser vertebrado que crustáceo.
La fortaleza es una virtud interior que se manifiesta en las dificultades sean cuales sean.

Anónimo dijo...

San Juan Crisostomo nos anima en nuestras dificultades actuales:
"Muchas son las olas que nos ponen en peligro, y una gran
tempestad nos amenaza: sin embargo, no tememos ser sumergidos
porque permanecemos de pie sobre la roca. Aun cuando el mar se
desate, no romperá esta roca; aunque se levanten las olas, nada
podrán contra la barca de Jesús. Decidme, ¿qué podemos temer? ¿La
muerte? Para mi la vida es Cristo, y la muerte una ganancia. ¿El
destierro? Del Señor es la tierra y cuanto la llena. ¿La confiscación de los bienes? Nada trajimos al mundo, de modo que nada podemos llevarnos de él. Yo me río de todo lo que es temible en este mundo y de sus bienes. No temo la muerte ni envidio las riquezas. No tengo deseos de vivir, si no es para vuestro bien espiritual. Por eso, os
hablo de lo que sucede ahora exhortando vuestra caridad a la
confianza". (SAN JUAN CRISÓSTOMO, Hom. antes del exilio, 1-3).

MJ dijo...

Si, me gusta lo que han dicho los otros dos comentaristas de tu blog PERO no hay que perder la perspectiva, quiero decir, no creo que a temas como el aborto EpC o este que nos ocupa, se le puedan buscar lados positivos, pese a que tengan el efecto de fortalecernos. Es mal porque produce un mal (pe el aborto)..A ver si vais a hacer como en mi familia poltica que si uno pierde el trabajo lo felicitan...la crisis no es buena, aunque nos fortalezca