sábado, 4 de mayo de 2013

La vida de Pi

Aunque con retraso, respecto al estreno, he visto La vida de Pi (Life of Pi, 2012) de Ang Lee, que una vez más me ha parecido un cineasta tan bueno como huero. La película es de una gran calidad técnica y tiene momentos de indudable belleza. ¿Pero al servicio de qué?

Omito hacer un resumen del argumento, pues el lector fácilmente lo puede encontrar con cualquier buscador.

La película –no me refiero a la novela de Y. Martel en la que se basa la cinta– es una gran parábola sobre la religiosidad que parece consistir en una auto-ensoñación,  en una interpretación de la realidad que nos la haría más llevadera y ocultaría lo horrible que es la existencia. Sin dicha ensoñación, sería imposible vivir, sobrevivir. Esto justificaría que fuera válida cualquier religión, incluso el sincretismo o la religión a la carta, pues de lo que se trataría es de que se pueda vivir a pesar del sinsentido y el mal. La verdad tiene un lugar secundario, lo importante es la decisión interpretativa que se tome.

Hay un pequeño detalle que se omite a la hora de pasar revista en la película, aunque sea rápidamente, a las religiones. El cristianismo tiene la pretensión de basarse en un hecho histórico, es más, en que Dios se ha hecho parte de la historia. Por ello, la reducción a mito del cristianismo es tarea asaz complicada, a la vez que la negación de la historicidad de Jesús sea uno de los grandes objetivos de quienes tienen interés en domesticarlo.

Si alguien me dijera que ha encontrado cínica la película, no me sorprendería. Lo que me llama la atención son algunas críticas; hay quienes parece que no se quieren enterar de nada o tal vez es que yo me pase de listo.

4 comentarios:

RockyMarciano dijo...

Compárese la crítica de pantalla90 con la de la Conferencia Episcopal Norteamericana para ver que don Alfonso no se pasa de listo.

Mrs Wells dijo...

Gracias por la crítica.
No quisiera faltar a la justicia, si asi hago, me borras, pero sin haber visto la película ya la he tomado cierta manía.. solo por quien se ha mostrado fascinado con ella y me la ha recomendado el por qué me la ha recomendado y cómo me han explicado de qué va.

Ni que decir tiene que en la cultura que me rodea de las islas brt, se aprecia mucho esta simbiosis cinematografica-espiritual..por lo menos en mi grupo de alumnos.

Pero NO LA HE VISTO, asi que puede que me este pasando al juzgar

me recuerda un poco a la ceremonia que se esta inaugurando en la Jet set de Nueva York sobre la cultura 'punk',..manda narices...no me digas por que

No se si la veré, no me cabe duda despues de lo oído de que tiene que ser un espectaculo visual..aunque , como dicen por aqui' Missing the point completely'

Anónimo dijo...

Yo pagaría por un lavado de cerebro que me impidiera acordarme de que la he visto.
Saludos cariñosos a todos.
Carla

RockyMarciano dijo...

Casi ocho años después de publicado el post, tiene poco sentido añadir algún comentario. Sin embargo, no me resisto a hacerlo, pues uno de los enlaces que puse entonces ha cambiado. La crítica de la película que hizo la Conferencia episcopal de EEUU está ahora aquí.

Parafraseando a don Alfonso, podría decirse que esta intervención aporta algo al blog, "¿Pero al servicio de qué?". ¿Quizá de un perfeccionismo neurótico o de un tedio afanoso?

Sed indulgentes, improbables lectores. Al fin y al cabo, don Alfonso ha dado en publicar fotografías que reflejan un confinamiento que se abre esperanzado a su ventana. Sé que comprenderéis las ocurrencias con las que uno combate esta ansiedad pandémica.
Que Dios bendiga a todos.